Durante los 13 años que ya ha cumplido la Justicia de Familia, hemos constatado que la especialización se ha tornado cada vez más relevante, debido a la necesaria interdisciplinariedad que requiere esta área. Por definición, la justicia de familia necesita la mirada combinada legal, social y psicológica. A través de estos años de funcionamiento de la justicia de familia, se han ido asentando ciertos conceptos y procedimientos psicosociales al momento de litigar, algunos con más acierto y otros con menos. Habiendo efectuado una primera versión muy exitosa y con alto nivel de aprobación y acogida, presentamos la nueva versión de este Diplomado de especialización para adentrarnos en el litigio mismo en sede familia, para desmenuzar los conceptos psicológicos aclarando, con certeza y pulcritud, su aplicabilidad en los conflictos legales. Más allá de los principios que rigen la justicia de familia -como la inmediación, el interés superior del niño y la búsqueda de acuerdos entre las partes a través de la mediación- introducirnos en las peculiaridades psicológicas nos mostrará que la promoción de acuerdos es apropiada en algunos casos, pero no en otros. Por ejemplo, existen determinadas patologías de padres y/o hijos que desaconsejan los acuerdos y/o la mediación porque se pone en riesgo la aplicación de una medida judicial que podría vulnerar, justamente los principios rectores de la jurisdicción. Este tipo de contenidos, que enriquecerán el debate, desde el punto de vista técnico, son los que este curso pretende posicionar en abogados dedicados al ámbito de familia

Que el participante adquiera nuevas perspectivas y argumentos que le posibiliten abrir el debate en los juicios de familia, permitiendo que los tribunales observen escenarios diversos y más apropiados a los problemas psicológicos y sistémicos presentados en juicio, para poder resolver adecuadamente en cada caso, según la complejidad del mismo.