Los procesos de reforma en diversos ámbitos de la administración de justicia, han incorporado, a la par de métodos dirigidos a una certera discusión y producción probatoria, la exclusiva impugnación vía nulidad de la sentencia definitiva. Así, el abandono de la apelación como eje de la corrección de errores in procedendo o in iudicando exige enfrentar el conocimiento y comprensión de los elementos centrales del nuevo paradigma recursivo en vigor atiente a la decisión central de la controversia.    

La referida tendencia de paulatina restricción y supresión de la segunda instancia persigue dos objetivos fundamentales. Primero, el refuerzo de lo obrado en procesos orales, comandados por la inmediación, concentración y continuidad, entendidos como medios al servicio del control horizontal de los argumentos y pruebas. Tales procesos, en consecuencia, se han de desarrollar en una exhaustiva única instancia cuyo rendimiento en el conocimiento de los hechos y el reconocimiento del derecho aplicable se aspira a preservar con el régimen de recursos procesales, especialmente aquellos que se fundan en la ineficacia de la sentencia o del procedimiento. Se trata de privilegiar la llamada jurisdicción “original” del derecho anglosajón, versus la de carácter revisor o “apellate jurisdiction”. Segundo, a restringir los medios de impugnación a aquellos estrictamente necesarios para fortalecer el juzgamiento dentro de márgenes temporales razonables.  

Por consiguiente, el conocimiento del sistema recursivo en vigor aparece como una condición esencial para comprender, a su turno, la fisonomía de los procesos reformados en los ámbitos penal, laboral y de familia. El desafío consiste en preservar al recurso de nulidad como una vía específica y ágil de impugnación, pero sin que con ello decaiga la amplitud que en determinadas circunstancias se requiere para la observancia del derecho al recurso y, en definitiva, a las exigencias de un justo y racional procedimiento. 

Sin perjuicio, persiste y se ha visto ampliado, un ámbito del recurso de apelación reservado a las decisiones intermedias, especialmente en el proceso penal, que debe ser considerado y abordado críticamente en relación con su significado para la estructura del sistema recursivo.

Por otro lado, no puede soslayarse, dada la relevancia de las reglas técnicas aludidas en relación a los procesos orales, la importancia del enlace entre destrezas teóricas y habilidades prácticas, y su rendimiento en el pensamiento propio del régimen procesal de cada recurso. Luego, la litigación en las coordenadas de este nuevo sistema recursivo ha sido considerada en diversos módulos por área.  

En tales condiciones, el diplomado que se propone aparece orientado a proveer información y estimular la discusión acerca de los aspectos centrales de esta problemática, aportando a un segmento soslayado de las reformas que cabe vincular, en consecuencia, a su consolidación definitiva.